Sin ánimo de hacer una incursión en vuestro armario, aquí lo que se plantea es el eterno dilema entre la naturalidad y la buena impresión. Vuestro atuendo para encontrar pareja no ha de ser tal que os dé la sensación de ir disfrazados/as ni tampoco debiera ser el mismo con el que salís a comprar el periódico. La primera opción además se asimilará a vanidad, la segunda a desinterés.
Intervienen en la elección factores como la edad de la pareja. Pasados los treinta y diez podemos tener la tentación de adoptar un look más juvenil, lo cual no es mala idea mientras no pretendemos saltarnos más de una generación con nuestro atuendo.
También influye la hora a la que hayamos quedado y el lugar donde vaya a tener lugar la primera cita. Más arreglados cuanto más tarde quedemos es una regla de oro en nuestro camino por encontrar pareja.
No está de más tratar de averiguar cómo irá vestido/a nuestro partenaire, para no desentonar. La dificultad de esta regla infalible es que se debe hacer sin que se note. Una buena fórmula para hacer eso sería efectuar la típica pregunta...
- ¿Y cómo te reconoceré?
...y rezar porque la persona con la que vamos a quedar no tenga alguna característica física que le haga inconfundible sin necesidad de hacer referencia a la indumentaria que llevará puesta ("mido dos metros y medio", "tengo el pelo verde", o cosas así)
Y en cualquier caso, como norma subsidiaria para encontrar pareja, no lleves nada nuevo ni demasiado usado ni demasiado largo ni extremadamente corto ni que dé la sensación de poder ser arrancado con facilidad.
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