A veces las mayores novedades rescatan cosas que de antiguas permanecían olvidadas. Algo tan a la última como encontrar pareja en internet ha recuperado en muchos casos vestigios de esos amores antiguos que se cimentaban sobre un castillo de naipes hecho de correspondencia y postales, de esperar una carta de la persona amada que mitigara un poco la sensación de nostalgia y soledad.
El ciberespacio es el mundo. Si te enamoras en el ciberespacio es muy probable que la pareja de quien lo hagas resida a cientos, o incluso a miles de kilómetros de ti. Encontrar pareja en internet, en definitiva, es en muchos casos terreno abonado para amar a distancia.
Y puedes intentar ponerle puertas al campo, si quieres. La mayoría de webs para encontrar pareja, como psicum, permiten que utilices filtros para que sólo se te sugieran candidatos/as que residan en un determinado país e incluso en un estado/comunidad en concreto. Pero, por alguna razón que se escapa a mi conocimiento y experiencia, se acaba colando en la ecuación de los sentimientos alguna persona de la que en ocasiones te separa hasta un océano.
¿Qué hacer, entonces?. Las relaciones a distancia son duras, y se hacen exponencialmente más duras cuanto más tiempo pasa, y aún empeoran cuando la pareja encuentra unos días para verse y luego se ha de volver a separar. Todo son dudas, uno tiene la seguridad de que el otro se cansará de un momento a otro, que aparecerá alguien sin nuestro hándicap y un buen día ya no responderá nuestros mails.
Yo os propongo ante todo sinceridad, agarrar el toro por los cuernos, decidir de común acuerdo dónde queréis llevar vuestra relación y cuál es la hoja de ruta, no os encomendéis al destino, pilladle por las solapas y acordad el cuándo y el cómo. Si sabéis cuánto tiempo os toca esperar y qué acontecimientos tendréis que propiciar para estar juntos, la distancia fortalecerá vuestra relación y la espera se hará más soportable.
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